Ya van más de 30 muertos por la tragedia de Tasajera y la cifra no va a parar ahí. Con el paso de los días me convenzo de que a esos muertos los mató este país, los matamos desde hace varias décadas, o desde hace más de un siglo; incluso desde antes de nacer, los mató este insufrible y avasallador revoltijo de desgreño, corrupción, nula autoridad, abandono, autoabandono, con que hemos terminado de organizarnos como sociedad y todo lo que hemos ido tolerando y transigiendo con lo que está mal y no funciona. Por todo eso, creo que este hecho no debería quedar así, como otra fatalidad más, ni siquiera aquí donde las catástrofes son parte del orden natural y del calendario de eventos esperados cada año. Pero no veo muchas ganas e intenciones en ninguna parte de reconstruir lo que pasó y dónde hubo responsables. Voy a arriesgar preguntas, solo eso. Las preguntas que se plantearían en un país civilizado, o al menos en uno donde la vida conserve algún valor. Vamos de las fáciles y obvias a ...
Comentarios
Publicar un comentario